martes, 28 de enero de 2014

Transiciones

De regreso al refugio, venían pasando las semanas y pensaba yo, para mis adentros, si por fin me pondría a escribir o no.

Son momentos difíciles en mi vida, esa es la verdad. A veces me pregunto si esto de escribir desde adentro hacia afuera vale la pena. O más que nada, hacerlo público.

Porque, si bien sé que este es mi blog menos leído, hay como algo de miedito propio a la hora de 'sacar los trapitos al sol'.
Más de una vez algún lector me ha alabado por mi valentía a la hora de exponer mi vida online. Y debo decir que a veces antes de publicar un artículo me lo pienso más de dos veces. Otras veces, ni siquiera lo pienso, le doy al 'enter' y dejo que la magia haga lo suyo. Así, de puro impulso.



Pero esta vez es diferente. Si bien me he animado a hablar de mis depresiones, angustias, temores, deseos y más, me doy cuenta lo mucho que me cuesta en estos momentos de mi vida escribir sobre lo que me está pasando desde hace un tiempo, hoy podría decir más de un año atrás.

Porque hablar de temas tan íntimos y exponerlos online significa que muchas personas podrán leerlo y saber más de lo que uno quisiera.

Es un gaje del oficio de escritor. Lo que uno escribe ya no sólo no es propio, sino público, además queda perenne deambulando por el mundo. Sobre todo cuando uno escribe, como yo, desde adentro hacia afuera.

En estas últimas semanas he optado por el silencio, porque es la manera más simple (aunque no, no lo es) de no despertar suspicacias.

Y hoy he optado por ser sincera y seguir adelante con mi blog, que es después de todo mi refugio. Cómo si no podría serlo sino puedo hablar a corazón abierto?

Pues, mi corazón sufre. Esa es la gran verdad. Mi cuerpo también sufre. Y en estas últimas semanas sufro de algo que podría traducirse como 'enfermedad de amor' (según Google translator), aunque la palabra en inglés 'lovesick' suena mejor. Y además es una canción de Bob Dylan. También hay una canción llamada 'Lovesick and blue' de la cantante folk escocesa Isla Grant.
Y qué es estar enfermo de amor? Bueno, aunque parezca extraño, contrariamente a lo que podríamos pensar, no se trata de estar enamorado, sino de estar sin amor. También llamado 'pena de amor'.
Según definiciones:  describe el síndrome informal o rechazo en el amor no correspondido o la ausencia de un ser querido y cubre tanto síntomas físicos como mentales. No se debe confundir con la condición de estar enfermo de amor. 

Ya creo haberlo dicho en otras ocasiones, aunque siempre intenté escribir entre líneas, para que sólo los que entienden entendieran.

Desde hace varios días (semanas) ya sufro de unos dolores muy tormentosos, en el área del estómago y el pecho. Pierdo el apetito, me deprimo por nada y mis hormonas andan saltando de un lado al otro.
Mi cuerpo se resiste, hay una gran angustia que me carcome por dentro. Y es que estar tanto tiempo sola, sin amor, al menos ese amor que abraza y acompaña más que nada, es muy duro. Y más cuando a mi alrededor hay parejas que se aman, que se abrazan, que se quieren. Me da celos y me da bronca. Me da tristeza. Me da dolor.

Porque me siento sola, porque me duele no sentirme amada.
Hay como un momento definitorio entre lo que uno siente y lo que hay. Lo que la realidad brinda. Hay tormento. Hay pena.

Y aun hoy, debido a lo complicado de mi situación personal, no puedo decir que estoy completamente sola. Porque la realidad es que todo es muy complejo. Y es justamente esa transición entre lo que hoy hay y lo que espero que me insume en tanto sufrimiento.

Mi cuerpo, mi mente, mi corazón sufren de dolor emocional. Un dolor que no sé cómo mitigar.

Hoy soy una persona más que sufre de desamor. Mañana seré otra. Quién sabe. Nada es eterno.

Mientras tanto hay que seguir esperando. Esperando que pase esta transición. Entre un estado y otro, entre una situación desfavorable y otra pronta a empezar mejor.

Tengo fe. Porque la fe es lo último que se pierde.

Mientras tanto, leo libros, escucho música, trato de distraerme, olvidarme. Divertirme cuando es posible, cuando da.
Y rodearme de mis afectos, mis hijos, mis amigas. Y la familia, que viene y va.
Ya pronto llegan visitas, las espero con ansias!

Y escribo, aunque duela, aunque sea obvio, aunque sea más que nada para demudar la cara y seguir mirando hacia adelante. Transito entre este estado del ser y el que vendrá. Transito y escribo. Porque no sé qué otra cosa hacer.

2 comentarios:

Maria McClure dijo...

Decirlo "en voz alta" trae poder. Vamos que esto tiene salida, y aunque duela el proceso, vas a ver que terminaras mas fuerte y mas feliz, sea cual fuera la resolucion.

Unknown dijo...

Gracias María por tu mensaje. Tenés mucha razón, porque desde que me animé a poner en palabras lo que me estaba sucediendo, al día siguiente ya me sentía mejor. Liberada. Saludos!