Cuando llamé Palabras Santas a este blog tenía un objetivo y una intención.
Después del tiempo transcurrido entre el blog que llevo hace dos años, Holanda Hispánica, y el que diera cuenta de mis primeros comienzos en esto de la palabra escrita online (a título renegado 'literatura de tipo personal') pensaba en lo que quería dejar para la posteridad. No en vano, siguiendo la línea del mundo mágico que siempre fue mío, lo llamé en inglés In The Magical World.
El tiempo pasó, no mucho, pero lo suficiente para darme cuenta que mis inquietudes literarias pasaban por otros caminos.
Y así, hace poco tiempo, cambié el nombre en inglés por un nombre que definía exactamente mi sentimiento hacia las palabras que mueven al mundo. Las palabras santas, que nada tienen que ver con la santidad de las iglesias ni de las religiones. A no ser que entendamos la literatura como una religión, lo cual es posible en mi caso, no es este el camino ni la intención deseada.
martes, 14 de agosto de 2012
martes, 7 de agosto de 2012
Los unos y los otros - 4 -
Unos sabían bien claro lo que querían. Otros sabían muy bien lo que no querían.
Ambos sabían que en algún momento los dos tendrían lo que esperaban.
Y lo paradójico es que llegó ese día y dejó a ambos satisfechos.
Los unos habían controlado el mundo desde hacía varios siglos. Los otros venían pertrechándose en contra de los otros, con sus movimientos y poco a poco se establecieron como una gran organización. Una organización que se estructuraba en varias ramas y movimientos en casi todo el mundo.
Primero empezó como un malestar. El que los unos quisieran manejar el mundo era suficiente molestia para que los otros se rebelaran.
Con el tiempo, la repartija fue más justa. Aunque nadie nunca se puso en el lugar de los que se usaron como conejillo de indias. Nosotros.
Ambos sabían que en algún momento los dos tendrían lo que esperaban.
Y lo paradójico es que llegó ese día y dejó a ambos satisfechos.
Los unos habían controlado el mundo desde hacía varios siglos. Los otros venían pertrechándose en contra de los otros, con sus movimientos y poco a poco se establecieron como una gran organización. Una organización que se estructuraba en varias ramas y movimientos en casi todo el mundo.
Primero empezó como un malestar. El que los unos quisieran manejar el mundo era suficiente molestia para que los otros se rebelaran.
Con el tiempo, la repartija fue más justa. Aunque nadie nunca se puso en el lugar de los que se usaron como conejillo de indias. Nosotros.
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