
Después del tiempo transcurrido entre el blog que llevo hace dos años, Holanda Hispánica, y el que diera cuenta de mis primeros comienzos en esto de la palabra escrita online (a título renegado 'literatura de tipo personal') pensaba en lo que quería dejar para la posteridad. No en vano, siguiendo la línea del mundo mágico que siempre fue mío, lo llamé en inglés In The Magical World.
El tiempo pasó, no mucho, pero lo suficiente para darme cuenta que mis inquietudes literarias pasaban por otros caminos.
Y así, hace poco tiempo, cambié el nombre en inglés por un nombre que definía exactamente mi sentimiento hacia las palabras que mueven al mundo. Las palabras santas, que nada tienen que ver con la santidad de las iglesias ni de las religiones. A no ser que entendamos la literatura como una religión, lo cual es posible en mi caso, no es este el camino ni la intención deseada.