viernes, 14 de febrero de 2014

El espíritu de Cupido

Cupido (Amor) y Psique (Alma)
Hoy viernes 14 de febrero se celebra el día de San Valentín. Es una fecha un poco ambivalente, sobre todo para los que no estamos formalmente en pareja.

Tradicionalmente se festeja el cortejo, la demostración afectiva hacia una persona amada, anónimamente y/o personalmente.

El mundo, se supone, irradia amor y felicidad porque es un día que, como otros, se pone el acento en aquello que nos une y no en lo que nos separa.

El amor no es exclusivo de unos pocos. Se puede sentir amor por diversas personas, animales y/u objetos. Uno puede sentir amor por sus hijos, sus amigos, sus padres, sus familiares, su pareja, sus mascotas, sus colegas, sus profesores, sus vecinos, etc. Así que al ser un día mundialmente famoso por la celebración del amor, liso y llanamente AMOR en todos los aspectos.
No debería ser un problema. Igualmente, hay como un espíritu que lo tiñe todo de rojo. Las rosas son rojas, los corazones son rojos, las cajas de bombones son rojas, el espíritu de qué color es?



Internet, social media, la tele y los medios de comunicación en general nos recuerdan que hoy celebramos el amor. El día de los enamorados, el día en que Cupido posó su atención sobre la bella Psique, siendo esta historia mitológica la que diera lugar al espíritu de este día.
Ya se sentía Shakespeare inspirado por el fondo dramático de la historia de Cupido y recitaba:
"El amor no mira con los ojos, sino con el espíritu: por eso pintan ciego al alado Cupido".

Después se unió la historia, como todo lo pagano, a su correspondiente 'santidad', en este caso a la de Valentín, un sacerdote y obispo romano que, al parecer, se ocupaba de casar parejas en secreto cuando en estos tiempos el emperador romano Claudius II lo habría terminantemente prohibido.

Como todo, los orígenes paganos de una celebración, tan asociada con los cambios estacionales, terminarían siendo utilizados con otro espíritu. Hoy en día uno más bien comercial.

Está bien que haya días para todo. Creo. Aunque, personalmente, me inclino más por hacer de cada día uno especial. Y no que un día sea especial una vez al año.

Quizás en los tiempos modernos en los que vivimos, a veces sea necesario hacer un aparte y crear una fiesta de dicha, con la simple excusa de festejar el estar vivos y enamorados.

Aunque ese amor celebrado no sea justamente el de una pareja. Nadie está obligado a celebrar lo que le duele, lo que le hace sufrir penas a su corazón.

Por eso en muchas culturas además de celebrar el amor de pareja se celebra, también, la amistad, el amor fraternal que poco tiene que ver con el amor comercial de rosas rojas y bombones.

Igualmente, yo personalmente creo que todo vale. Porque hoy el amor me encuentra solitaria no tiene que ser un día para rumiar en soledad. Se puede festejar sin celebrar. Se puede sentirse feliz porque hoy es un día que otros sí pueden celebrar. Eso nos da esperanza más que celos.

Ayer tuve la buena idea de ver una película argentina que hacía rato me habían recomendado.
Se trata de una película independiente, chiquita, muy bien hecha, con buenas actuaciones y una buena historia. Algo diferente a las clásicas películas argentinas que caminan un poco entre la historia política y económica de un país que quiere (y le cuesta) salir adelante.
Medianeras film
Medianeras relata una historia chiquita. Una historia de encuentros y desencuentros donde los protagonistas van a la caza del amor como ciegos por el mundo. Los separa la ciudad que los une. Y se comunican con el mundo con la tecnología de saber que del otro lado hay también alguien que busca lo mismo.
Con efecto 'good feeling movie', Medianeras es un relato que nos da la perspectiva de cómo nos relacionamos en la era de la tecnología. Estos tiempos modernos donde apenas vemos con los ojos.
Excelente la española Pilar López de Ayala. Y fantástica la fotografía, el ver la ciudad desde sus rascacielos, su mirada arquitectónica desde los ojos de quien sabe.

Como Cupido, somos ciegos al destino, apenas podemos entrever lo que sucederá o lo que está ya sucediendo.

Una historia con final feliz, como esas que nos gustan disfrutar en días como hoy, donde el frío parece menguar y el sol brilla, para recordarnos que siempre, siempre el amor triunfa por encima de todo.

Feliz día de San Valentín!

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