martes, 2 de abril de 2013

Caos y cambios = camino hacia adentro

Tamaño título he decidido poner a este post.
Tiene que ver con muchas de las cosas que me han estado ocurriendo en este último tiempo.
Hay mucho torbellino en mi vida. En casa, respecto a la situación actual de crisis económica, los niños y situaciones satélite que han estado desencadenándose en este último período.

El caos de mi vida llega a un cierto momento de respiro. A pesar de todo y todos, he dejado de mirar hacia afuera.
A pesar del poco tiempo libre que me queda, el famoso me time, aprovecho los huequitos que se me ofrecen para ponerme al día con todo lo que quiero hacer.

Haber empezado el 4to blog no es cualquier cosa. Pensé incluso que tamaña tarea, escribir en inglés para un público mayor, íba a ir aparejada de una mayor necesidad de tiempo.



Esta semana ocurrieron dos cosas interesantes. Una, un artículo que leí en Twitter sobre el tiempo y las necesidades. Para ser breve, diré que el artículo estaba escrito por un trainer que de repente se había dado cuenta que vivía muy al día con el tiempo. Corriendo de un lado al otro, tratando siempre de estar a horario y cumpliendo con todos los objetivos que se ponía delante de sí. Hasta que en un training alguien lo sacudió y se quejó de esa manía latente que todos tenemos de estar tan pendientes del tiempo.

Esto me dió para pensar en cómo administro mi tiempo y qué hago con él.

Y sí, la verdad que no es mucho el tiempo que me queda libre para hacer las cosas que me gustan. A ser, tengo como una pila de 10 libros prestados de la biblioteca que espero poder leer en algún momento. Ese momento no viene nunca. Pienso para qué tengo tantos libros en casa, si la verdad no los leo.
No sólo estoy privando a otra persona de leerlos, también es un gasto más de mi abono anual. Y todo por qué? Porque soy ávida y quiero poder hacer más de lo que realmente puedo.
En ese mismo orden de ideas, me doy cuenta que cuando tengo ese ansiado tiempo libre suelo usarlo para crear más encuentros y contactos con otra gente. Un ejemplo sería mis visitas semanales a Amsterdam. Siempre digo que quiero aprovechar para usar mi Museumkaart y visitar algún nuevo museo (tengo dos en mi lista que sí o sí quiero visitar algún día). Pero finalmente ese tiempo nunca llega porque siempre estoy haciendo alguna otra cosa o arreglando algún encuentro. Network que le dicen.

En casa me pasa que siento una terrible necesidad por prender la computadora, pero en vez de dedicarme a escribir o a solicitar trabajos, pierdo la mayor de las veces mi tiempo en Facebook o poniéndome al día con otras cosas, menos importantes.

Entonces, volviendo al principio, no es el tiempo en sí el problema sino cómo lo empleamos.
Por lo cual he resuelto hacer algunas cosas de otra manera.
Cuando mi hija duerme la siesta suelo tener entre una y dos horas libres sólo para mí, en casa eso sí. En ese interín puedo sentarme a leer, escribir, limpiar la casa, ordenar la ropa, o simplemente sentarme y disfrutar el no hacer nada.
Desde esta última semana el gran cambio es que en vez de poner la computadora me pongo a meditar. Una media horita máximo. Sin música, ni nada. Sólo con el piar de los pajaritos en el jardín. Más de una vez con el sol dándome en la espalda desde la ventana que da al jardín.
Hasta el momento debo decir que no es tan fácil meditar cuando andan los pensamientos revoloteándome por la cabeza. Ya estoy pensando en qué voy a hacer después o más tarde. La cena, los chicos, pim, pum, pam.
No me esfuerzo, voy de a poco. No se trata de lo que logre, sino del momento en sí. Para mí todo un logro!
Este es uno de los cambios fundamentales que estoy experimentando.
La segunda cosa interesante que sucedió es que empecé a sentirme más cómoda conmigo misma y con mis decisiones. Un poco como sentir una luz interior muy grande. Sentirme parte de algo y al mismo tiempo sentirme libre.

Fue hablar sobre todas estas cosas con amigas, tener esos momentos especiales para poder compartir mis ideas, y eso creo que me ayudó muchísimo. Suelo escaparle a los consejos de los demás, porque soy autosuficiente y siempre creo que puedo resolver todo sola.
Es más, me gusta cuando puedo ser de ayuda y no siempre sucede al revés.
Esta semana en cambio fue al revés. Tuve mucha satisfacción de verme con amigas que me quieren bien. Poder disfrutar juntas de un día, una salida de chicas.
Hoy mismo tuve esa oportunidad otra vez. Visité a una amiga con la excusa de probar su torta cheesecake que había hecho ella misma la tarde anterior. Tuvimos una linda charla y luego nos fuimos a caminar por el bosque. Casi dos horas después volvimos contentas, con rubor en la cara (había sol aunque hacía frío) y con la sensación de intensidad que dan esos momentos cuando uno comparte algo con alguien que nos conoce bien y viceversa.

Fueron estos sucesos en particular los que me dieron la pauta de que el cambio empieza por dentro. Desde uno mismo.
Y seguirán las agendas agendando, y los relojes cambiarán las horas y pasarán los minutos más o menos rápido.
Pero aquellos momentos que vivimos con intensidad son los que valen. Y para vivirlos necesitamos darnos la oportunidad de darles el espacio y tiempo que se merecen.
Así, de qué sirve saber más o estar más al día con lo que ocurre en el mundo? Cuánta información que viene y va, que entra y sale? Es obvio que no podemos acapararla toda. Y además, para qué?
Por eso, yo abogo por una vuelta hacia adentro. Desde mí misma, desde adentro hacia afuera. Porque el caos y los cambios son parte de lo que somos. Seguiremos viviendo en pos del momento o seguirá el momento viviendo en pos de nosotros?
Cada uno elige.
Que disfruten la semana corta, que hoy ya es martes!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Georgina!
Cúanta razón llevan tus palabras. No pude evitar sentirme identificada con el tema de la administración del tiempo.
Gracias por compartir tu historia y reflexión!
Sandra.

Unknown dijo...

Hola Sandra, gracias por tus bonitas palabras :) Es bueno a veces tomar conciencia de lo que hacemos con nuestro tiempo. Yo muchas veces me olvido que soy yo la que elige cómo administrarlo y por eso creía interesante hablar de ello. Me alegra saber que tú también reflexionas acerca de tu tiempo. Además, todo lo que creas es maravilloso!