sábado, 1 de junio de 2013

Trabajo de hormiga

Después de estos días, unos días donde anduve con angustia y desazón revisando mi vida y mis momentos, hoy puedo decir que estoy mejor.

Está claro también que este blog no es un blog como los otros que tengo, donde me gusta informar y compartir información. Este es mi blog más personal, donde hablo desde mí, desde la persona que soy y el camino que voy haciendo, como cronista de mi propia evolución.
Por supuesto, muchos de esos momentos son demasiado íntimos, y es de entender que no siempre capten el interés de los demás.



Por otro lado sé que a veces expresar lo que uno lleva tan adentro no sólo es positivo para uno mismo, sino también para otras personas. Porque somos humanos, y a todos nos pasan cosas similares. Ni mis problemas son tan grandes como yo creo, ni soy tan diferente de los demás.

Pero el espacio es mío, propio. Y le doy a veces giros muy personales. Y otras veces me descargo, digo lo que pienso, y sobre todo y muy importante, lo que siento. Lo que no me puedo callar.

Pero ahora que estoy más tranquila después de haber abierto mi corazón a las personas que sí tienen interés por mi bienestar y además me escuchan con atención cuando lo necesito, me siento más aliviada. No me siento tan bicho raro y de a poco,  me doy cuenta que todo es parte del mismo proceso.

Este blog, junto con los otros que tengo; más las ideas que voy desarrollando, el intercambio que tengo con gente nueva y creativa me ayudan a seguir adelante. Pero por sobre todas las cosas me ayudan a tener confianza en mí misma.
Porque todo este trabajo desde adentro hacia afuera es un trabajo de hormiga. Un construir de a poco, juntando cada ramita y cada hojita. Y aunque muchas veces me desespere el no avanzar con más rapidez, creo que en la medida en que voy construyendo me voy también preparando para las sorpresas que el destino me aguarda.

Así, poco a poco, aunque los cambios se den de manera paulatina, van apareciendo oasis aun en el desierto más seco y olvidado.
Y entre esos pequeños pasos está el de desarrollarme como escritora. Encontrar mi propia voz. Llevar mi mensaje y compartir a través de la palabra escrita. Y no sólo desde el plano personal, sino también ayudando a otros a encontrar su voz y su espacio.
De a poco hay reconocimiento, pero más que eso, se presentan oportunidades. Voy construyendo la persona que quiero ser, la persona que tengo que ser.
Todo eso no sería posible si a mi lado no me estuvieran acompañando las personas que en los momentos de cambio e incertidumbre siguen tendiéndome la mano. Me animan a creer en mí misma, me entusiasman, me dan espacio y me dan su apoyo y también su amor desinteresado.
Gracias a todas esas personas que no sólo en estos últimos días han estado por mí, sino también a aquellas que me tienen en cuenta. Sin ustedes no podría ser la persona que soy. Y más aun, no podría mirar con optimismo el camino, lento y zigzagueante que se presenta ante mis ojos. Con oportunidades chiquitas pero no por eso menos importantes.

Sigo caminando. Sigo juntando mis ramitas y mis hojitas. Porque los sueños que yo sueño requieren compromiso y arduo trabajo por delante. No son sueños de una noche de verano. Son de toda una vida.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Geor!!

Eres una mujer valiente y muy fuerte!! Desde antes de conocernos te leía en Holanda Hispánica y siempre pensaba: Esta chica es para admirarse!! y ahora que te conozco en persona confirmo que eres una mujer para admirarse!! no solo por tu talento, sino por la persona tan natural y sincera que eres.

Unknown dijo...

Gracias Sandra! Tus palabras bonitas me ayudan a seguir adelante. Gracias por estar por mí! Sin gente como tú que sabe apreciar desde el corazón no sería posible :)