Sola y libre

Cuando el amor llega a tu vida, pasa de cerca, en puntas de pie se asoma a la ventana de tu corazón.. y una, que está muerta en vida, no puede creerlo con sus propios ojos, tiende a creer que son sólo espejismos.. tiene miedo de abrir la puerta, y qué si es una ilusión? y qué si es sólo algo fugaz que luego nos dejará secos y tristes otra vez?
Igualmente, abrimos la puerta de nuestros corazones a las personas que llegan con ganas de salvar nuestros mundos.
Y durante un tiempo creemos ser felices.

En realidad, lo somos. Porque la felicidad son sólo momentos de dicha. Compartida.



Pero luego, se van las personas. Por una u otra razón, una de esas personas decide que así está bien, seamos amigos, taza taza cada uno a su casa. Y una vuelve a quedar vacía.

El amor es algo muy difícil de definir. Uno siente amor por muchas cosas en la vida. Tiene su familia, sus amigos, su pareja, hijos, mascotas, etc.

El amor de a dos es un amor que llena y al mismo tiempo nos deja vacíos. Queremos más. No nos conformamos con vernos de vez en cuando. Cuando un enamoramiento comienza, pasa eso, uno no sabe qué hacer con uno mismo. La cabeza se llena de pensamientos, ideas, sueños. Y en todos está la figura, voz e idea de esa otra persona, latiendo fuertemente.

Cuando una relación que recién empieza se acaba con rapidez, hay una sensación de algo hecho a medias. Es vacío, pero es también la sensación de no entender bien cómo llegamos a este punto.

Sola y libre. Cuántas veces esperé poder pronunciar esas palabras con ganas de gritarlo a los cuatro vientos.. hoy puedo decir estas palabras, pero las siento un poco absurdas.
Tanto me hubiera gustado más estar acompañada que sola.
Tanto me hubiera gustado más estar libre pero no sola.

Hoy es sola y libre. Y sé, muy dentro de mí lo sé, que está bien que así sea. Que, incluso, es mejor. Aunque ahora me duela.

Todo pasa. Todo llega. Incluso el amor llega, cuando está preparado para aterrizar.
Y yo, cuando esté preparada para amar a alguien por lo que es y no por lo que me gustaría que fuera.

Estamos hechos de amor. Somos amor. Depende de nosotros cómo proyectamos ese amor en el mundo. Desde nuestra tibia y pura soledad también proyectamos amor. Aunque pareciera que nadie oye ni ve. Hay alguien allí afuera. Que está esperando que nos encontremos.

Brindo por eso. Salud. Y por el verano, que ah, ya llegó y me hace tan feliz!