jueves, 10 de mayo de 2012

Tu mundo y el mío

Estallido de rayos gamma
Hoy llegó un sobre en el correo desde Rotterdam.
Pensaba, daba vueltas y no entendía qué podía ser.

Estuve toda la mañana y toda la tarde ocupada, con una amiga que vino de visita a mi casa. Era su primera vez en Lelystad, así que cuando nos encontramos en la estación de tren la llevé a dar una vuelta y ver oh, el centro de la ciudad donde vivo. Nuestro orgullo naranja, el gran teatro Agora, el Zilverpark, etc.
Después de dar varias vueltas, previo almuerzo en el La Place arriba del H&M, con la niña cansada y adormilada en el cochecito, nos fuimos en bus rumbo a mi casa.
De las 14 hs se hicieron las 16.00 y finalmente a las 17.45 partió a tomarse el bus de regreso a la estación y tomarse el tren rumbo a su hogar, bien arriba en Noord-Holland.
Se fue y ya era tarde, teníamos que cenar, entre que vimos la tele un rato y los chicos se prepararon para irse a dormir, finalmente cuando tuve un momento de relax, abrí el sobre que seguía esperándome sobre la mesa.



El sobre era de esos con globitos, finalmente supe lo qué podía ser: un cd.
Y entonces me cayeron las fichas. Ya tenía claro quién me lo había enviado.
Fue una mezcla de sorpresa y al mismo tiempo, un gesto que valoré.

No fue hasta hace un rato, las 23.45 hs que por fín puse el cd en la laptop y miré su contenido.
Eran fotos y un video.
Las fotos las esperaba, porque la persona que me envió el cd ya me había dicho hace un tiempo que me había sacado unas cuantas fotos y que me las enviaría. Pero como luego dejamos de hablar y escribirnos, ya no supe nada sobre las fotos. Y la verdad que me intrigaba saber qué fotos eran y quería verlas.

Qué sorpresa y qué emoción revivir los momentos que las fotos y el video me mostraron.
No pudo ser un gesto más cariñoso y digno de una buena amiga que me enviara un cd que sabía yo íba a valorar.
Por otro lado, ante las imágenes del pasado que compartimos en un museo, en las calles de Amsterdam, en Delft y demás, no pude evitar que me doliera.

Duele, duele cuando uno no entiende el por qué de algo que no funciona.
Es como en cualquier otra relación, incluso de pareja, cuando el mundo del otro es tan complejo y difiere en sí mismo del nuestro y la armonía que antes hubo, los momentos que se viven de a dos, ya no están.

Y la música, que acompaña el slideshow con mis fotos es de una canción que ella sabía que me íba a llegar.
De la cantautora norteamericana Lissie:

Loosen The Knot
Lyrics
Ooh-ooh-ooh…
Humour me this one last time
Think I’ve just made up my mind
Looking at me like a lover does
It’ll never be the way it was
Ooh-ooh-ohh…
Feel that chord that holds us tight
Let’s unravel it tonight
I wanna loosen up loosen up
Loosen the knot
The knot that is holding us
Binding us
Tying us together now
Undermining what I do
No one does it better than you
When you change your attitude
Things will change ‘tween me and you
But the end is comin’ darling and I’m bringing the news
Said I would give it up, toughen up
Like it or not
Baby It’s all that is stopping us
Keeping us together now
Together now
Together now, together now, together, now
Humour me this one last time


Y después de ver las fotos, el slideshow, un videito que filmó en el museo de Rotterdam, pensé para mis adentros, cómo? por qué?
Y sigo sin tener respuestas, pero la letra de la música, las imágenes que son tan claras me dicen muchas cosas.

Y me dicen que tu mundo y mi mundo chocaron de repente, se sintieron atraídos, empezaron a hacer de satélite el uno al otro, pero nunca terminaron de  fusionarse. Porque había algo más fuerte en tu mundo y en el mío que no nos permitió desarrollar una amistad duradera, de esas que pasan pruebas y salen victoriosas.
Porque a la primera de cambio yo me dí cuenta que estaba tratando con algo pesado y duro, con algo que no entendía, algo irrompible e inflexible. Algo que me hubiera gustado entender mejor, pero para poder entenderlo tenía que dejar de ser yo misma, tenía que renunciar a mi propia visión y destruir una seguridad que me ha costado construir.
Y entonces, pasó lo peor. Nos distanciamos. Hubo mucha agua bajo el puente, en la forma de un proyecto en común que yo, cuando las papas quemaron me dí cuenta no podíamos sacar adelante juntas.
Porque cuando uno empieza a desarrollar una intensidad en la relación con alguien al que le toma cariño y luego ve que no supera esas pruebas, menos que menos va a meterse en un negocio/proyecto juntas.
Esas cosas hay que separarlas. Y separar no quiere decir que la amistad muera y el negocio quede.

En mi caso personal, una cosa es el trabajo donde no quiero mezclar las amistades, otra es empezar una amistad con alguien y mezclarlo con un proyecto ya sea económico o no, y en el interín darme cuenta que ni la amistad es a prueba de balas ni el proyecto puede llevarse a cabo bajo las primeras circunstancias.

También hay que decir que las amistades que uno hace después de cierta edad y en la calidad de lo que es uno fuera de su país, inmigrante, expatriado, lo que venga.. es complejo. Porque uno no conoce bien a la gente. Lo ideal es tener un/a amigo/a que haya compartido más cosas de su vida, experiencias, vivencias, que haya evolucionado con uno.

Mi primo mayor siempre decía: hay amigos para todo, amigos para ir  a pescar, amigos para charlar, amigos para ver un partido de fútbol, etc.
Claro que a uno le gustaría tener un amigo que englobe todo lo que le gusta compartir: el arte, la música, los libros, salir a comer, pasear, charlar y también tener un proyecto.

Yo tuve una amiga así. Fuimos amigas en el colegio, compartíamos un montón de cosas, teníamos muchísimo en común. Pero la vida y las circunstancias nos fueron distanciando. Y las experiencias fueron otras, y en cuanto a la visión de la vida, de cara al futuro ya no  teníamos nada que ver. Nos unía el pasado y la ilusión. Hasta que por esas cosas de la vida dejamos de vernos y hablarnos.
Yo la recuerdo mucho a ella. La recuerdo como algo del pasado que me gusta recordar, esos amigos entrañables que dejan huella.
Quizás porque yo al irme de mi país, tener un hijo y estar en pareja, ya no tenía tanto en común con ella, pudo haber celos y envidia, quizás, aunque yo creo que en el fondo lo que hubo fue ese choque de estrellas. Un choque frontal de esos que dejan vestigios, moléculas, partículas vagando en la nada. Dejan pero no sobreviven.
 

Y jode. Y duele.
Pero es así.

Mientras tanto, quedan las fotos, queda la evidencia de que en algún momento hubo un estallido, una chispa.
Y eso, vale la pena recordarlo. Aunque por dentro, duela.

Gracias.
Por las fotos y todo lo demás.



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